Se me acabó la fuerza de mi mano Izquierda, voy a dejarte el mundo para Ti solito. Como al caballo blanco le solté La rienda, a ti también te suelto y te me Vas ahorita. Y cuando al fin comprendas que el Amor bonito lo tenías conmigo, vas A extrañar mis besos en los propios Brazos de la que esté contigo; vas a Sentir que lloras sin poder siquiera Derramar tu llanto y has de querer Mirarte en mis ojos claros que Quisiste tanto. Has de querer mirarte en mis ojos claros Que quisiste tanto, que quisiste tanto, ¡ay, Que quisiste tanto!. Cuando se quiere a fuerza rebasar la Meta y se abandona todo lo que se ha Tenido, como tú traes el alma con la Rienda suelta, ya crees que el mundo es Tuyo y hasta me das tu olvido. Y cuando al fin comprendas que el Amor bonito lo tenías conmigo, vas A extrañar mis besos en los propios Brazos de la que esté contigo; vas a Sentir que lloras sin poder siquiera Derramar tu llanto y has de querer Mirarte en mis ojos claros que Quisiste tanto. Has de querer mirarte en mis ojos claros Que quisiste tanto, que quisiste tanto, ¡ay, Que quisiste tanto!.