Al más fino galope partí del nido materno Con la sangre hirviendo de orgullo Y la ansiedad de un Dios. Encontré un carnaval de acidez Que me sentó perfecto Y escupiendo flores a cerdos Fui más feliz que nadie. Compartí mi ansiedad por vivir Y hasta mis miserias Y entre besos y versos me encontré vagando de bar en bar. Tanta combineta, tanto mareo Tanta ansia de amar A terminar tirado en el fondo del pozo Sin nadie a quien moquear. Caras de barro sonrientes y amantes del furcio Vueltas de tuerca gastadas de tanto falsear Grandes clientes de un burdel de fantasmas Que cobra barato y te enseña Que el mundo es tu abrigo Más que tu ansiedad. ♪ Volví Con el caballo algo cansado de tanto yirar Y me hice cargo de todo lo bueno y lo malo de ser inmortal. Y a pesar de que nunca simpaticé Con esa gente que sale a comerse el mundo en pan de salvado Volví a salir para comprobar Que el desfile de chantas seguía con su corso más vivo que nunca Y yo como un soldado autárquico Hacía la vista más gorda Pero la quinta vez que a doce del mes Volví a sentir que la lluvia subía en vez de caer Recé directo al infierno. Caras de barro sonrientes y amantes del furcio Vueltas de tuerca gastadas de tanto falsear Grandes clientes de un burdel de fantasmas Que cobra barato y te enseña Que el mundo es tu pena Tu gloria Y tu única chance de ser. Y volví a volver Con una valija llena de mortadela para repartir Solo eso quedó de mi viejo pingo De los sueños despiertos Que jamás soñaron Con ser vividos por nadie capaz de desentonar De perseverar Y de ver su propio nombre tallado en una hermosa piedra De mármol.