No hay mar, no hay Dios a quien ir a rezar. Aunque el odio esté en mi imaginación alguien va a cobrar. No es tanta humedad lo que más pesa ni es que tenga miedo de caer. No hay destino sin camino y sobra tiempo que perder. No hay muertos vivos, sobran muertos en vida Saltando de alegría como un pez en la playa seca. No voy a pensar en fantasías ni a pedir alguna explicación. Si vas a tu guerra imaginaria no pretendas regresar. Saltando de alegría como un pez en la playa seca.