En el claro, a los pies de mi sombra El ciervito asustado se esconde Y respira consuelo el cansado Y los pájaros silban tu Nombre El lugar de mi alma es tu alma Arbolito sureño en tu bosque. Yérgueme como un álamo joven Que nació enamorado del cielo Tiéndeme al amor de lo alto Súrcame de tu savia en ascenso Y dibújame tu trayectoria De árbol-flecha flexible en el viento. No soy lenga ni ñire que alternan Su acuarela otoñal verde y ocre Ni ciprés con su copa de lágrima Maitén grácil, ni sólido coihue Soy tu árbol feliz y callado Y tú sólo conoces mi nombre. Cúrame de antiguos aislamientos Dame reconocerme en el bosque ¿Para qué las parcelas y cercos Si son tuyos los verdes y el monte? Fúndeme en tu paisaje fraterno Tu montaña, que amas y conoces. Sé la vida escondida en mi vida Nútreme en lo profundo y secreto Y sostén mis manos de raíces Las que aferran tu esencia de suelo Líbrame del incendio que llega Y aniquila la savia y los sueños. Hazme oh Dios, murmurar con tu brisa Mi concierto de hojitas y sombras Y hacia ti oh Tropismo de mi alma Estirar mi casi inmóvil copa Yo te amo enraizado en silencios Lugar último, que el mundo ignora. En el claro, a los pies de mi sombra El ciervito asustado se esconde Y respira consuelo el cansado Y los pájaros silban tu Nombre El lugar de mi alma es tu alma Arbolito sureño en tu bosque.