Está aquí, siento el brillo de tu cálido rostro. Vuelvo a refugiarme en los robles que forjaste para mí. No quiero detenerme a pensar... que el tiempo no fue tan corto, Que debí saber que nuestras voces y nuestras miradas, iba a cegar. Mi inocencia se filtra entre tus recuerdos... A los cimientos de esta vida hostil. Cierro los ojos queriendo encontrarte, Buscando abrazarte, equivocándome. Queriendo conservar tu calor, Queriendo escapar al dolor. Pero tu abrazo perdurará en mi memoria, Y tus palabras retumbarán día tras día, Y tu recuerdo palpitará en esta melodía, Y el mundo te recordará (y el mundo te recordará).