Como dos perros peleándose por un hueso roído El viento o el olvido ya sepultarán lo que fue Herido crucé calles, problemas, me encontré viejos amigos Y a pesar de todo acá sigo pensándote Deambulo entre pasado y futuro por esta ciudad Nadie me retuvo y quizás también te dejé escapar Pero tu cara desdibujada se instaló en la sala Es la casa tomada de un Cortazar de hojas trasnochadas Me aíslo en mí mismo, mi herida es tu protocolo Mi espíritu un Midas que mendiga migas del tesoro qué es la vida Esta experiencia tan mía y de todos Que como todas las cosas compartidas nadie cuida Gris y desabrida, la rutina me gira otro año Y yo extrañándote pensando en quien me ve como un extraño Si todo lo cura el tiempo ¿esto quién lo sana? ¿Quién cura el dolor de ver que el tiempo te arrastró a la nada? Nada me lo quita aquel sabor Nada, solo un eco en el silencio Nada justifica este inmenso error Nada que explique por qué ya no Aparentemente diferente en esencia es lo mismo Somos luz y barro, monos binarios entre algoritmos El niño se sueña adulto, el adulto se sueña niño Y yo siendo ambos juntos vivo mi sueño entre humo y Colirio Hasta dónde me lleva este exilio Y cuál es tu sentencia cuando la indiferencia es la peor forma de homicidio Si vi a tu lado mi costado más sagrado ¿Qué hago esclavizado en este hospicio de prejuicio humano? Intercambiado pecados, amo lo que aún no ha logrado Ni pudrir la tierra ni desintegra ningún gusano Actuando insensible en momentos irreversibles Que te destruyen por dentro como radicales libres Absurdamente callar es lo más prudente Cuando la verdad es evidente y ya no estás presente Sólo te escribo soltando lo predecible Que es la frustración de saber que nadie es imprescindible Nada me lo quita aquel sabor Nada, solo un eco en el silencio Nada justifica este inmenso error Nada que explique por qué ya no Me falta tu sonrisa, me falta tus mejillas Extraño ver el sol en tu reflejo Me falta tu sonrisa, me falta tus caricias Extraño ver el sol en tu reflejo Y ahora estando tan lejos no encuentro en el espejo Nada que me enseñe a descifrar lo que es cierto Ni excusas ni argumentos, nada con lo que poder remplazar Tantos momentos esfumandose en el tiempo lento Nada que me guíe en este inmenso desierto Y aunque busco no encuentro nada con lo que poder remplazarte