Me lo encontré en la cantina Era un borracho muy triste Tenía en la cara el dolor De los que causa una espina Clavada en el corazón Se le notaba el pesar Yo lo vi muy pensativo Se adivinaba el motivo Por el que estaba afligido Casi a punto de llorar Sentado frente a la barra Cantaba con su guitarra De esas canciones que llegan Que te dan sed de cerveza Y te desgarran el alma Y la gente lo escuchaba Y el cantinero servía Y entre cristales y copas Me percaté que su ropa Era igualita a la mía Y la gente lo escuchaba Y el cantinero servía Y entre cristales y copas Me percaté que su ropa Era igualita a la mía Y al verlo yo, fijamente Vi que también me veía Pero todo era un reflejo El borracho del espejo Su imagen era la mía