Como el sueño intranquilo y fatigoso Como la noche que se pasa en vela Como el golpear de un pensamiento en lo hondo Como el arder la brasa de una pena Todo lo que nos toca un poco fuerte Nos pinta la exprecion, alguna seña Hasta la misma duda que no es nada En lo perdido del mirar se muestra Se engañaran los hombres con los hombres Cuando en silencio la verdad se encierra Cuando las vistas el encuentro esquivan Cuando el semblante el sentimiento niega Pero el buen perro, el buen perro no confunde nunca Por más que el hombre su sentir escuenda Y parece que sabe hasta los sueños Que un rastro de sombra en ocasiones deja Uno sale alunao y ni lo mira El no le hace ni fiesta Y lo deja pasar, pero muy fijo dende atrás lo oserva Y sigue dispacito a la distancia Porque nos ha visto arrugas en las cejas O en la neblina del mirar confuso Que hay en las vistas del que sufre o piensa Y dende lejos siempre, nos mira Nos comprende y no se acerca Enfrenando sus propias alegrías Pa'no venirnos a estorbar con ellas Y de mientras que el hombre va calmoso Representando que el pensar le pesa El contiene sus himpetus y marcha Como llevando entre los dos la idea Cuando la voluntad, guapenadole el alma El último chirlo al corazón le pega Y la tristeza se arrincona o huye Y al hombre vuelve la expresión serena El perro ya sin miramientos corre Pecha pasa rozandole las piernas Y ladrando que es riyendose a su modo Ni caso le hace aunque le griten fuera Porque la voz y el ademán se ablandan Le descubre que el hombre no lo hecha Y el se finge peleando y lo acomete Le abraza le gruñe y forcejea Y comprende que el hombre también finge Cuando castiga con la mano suelta Y le muerde la mano y es caricia De aquella boca que mordiendo tiembla Uno vuelve a gritarle y lo amenaza El le hace que nos teme y nos cuerpea De pronto se nos viene con furia Pero ahí nomás se clava y asujeta En ademán de provocar se agacha Con las manos abiertas Con la mirada llena de picardía Haciendo amagos un instante queda Como buscando claro pa'dentrarnos Hasta que salta y llega Y representa que le hicieran gracia Las señas que deja Y la pelea sigue hasta que el hombre se entrega Se deja abrazar sin resistirse Mientras los costillares le palmea Cuando el perro se larga En el sosiego con que va demuestra Ese descanso del que quiere y logra Con mucho esfuerzo alguna cosa buena Después siguen los dos El se adelanta y se para y espera A cada rato nos oserva un poco Como temiendo que las sombras vuelvan Por ay se aburre el hombre y En un tronco al descuido se sienta Hecha la mano al tabaco y sin buscarla Con las vistas del perro se trompieza El animal, con su mirada fija y buenaza y serena Nos ve sacar la chupa las hojillas liar, encender guardar la yesca A las primeras bocanadas de humo Sobre un muslo nos pone la cabeza Y su ademán parece que nos dice Ya lo se compañero, no se escuenda Y nuestra mano se nos va solita y al perro acaricea Y el cigarro olvidao se nos apaga Y el brazo quieto sobre el perro queda