Pregunto a su madre el hijo, Martín Aquino era malo? Y ella ofreciendo un regalo de admiración tan prolijo Al curioso niño dijo como quienes conocieron Lo trataron y supieron del hombre la trayectoria Hallándolo en su memoria, no mijo, malo lo hicieron Allá va dice la historia Su coraje es un decoro Viento montao' en el moro Sin frontera divisoria Sangre de una antigua gloria Gloria de silencio y tino Pecho como de felino Mirada bien decidida Salvaje instinto de vida Resume Martín Aquino Hombre transformado en fiera En rostro de rebeldía No supo la policía Sino por traición quien era Hubo una lengua rastrera Que le enredo su vestido Hubo un infeliz ladino Hombre sin H vendida Que señalo la escondida Sombra de Martín Aquino La vida lo moldeo audaz con un sino permanente Que arrastraba en el torrente del andar siempre fugaz Si conoció algo de paz seguro fue por sentido del amor Del ser querido, la calma de una caricia Y aquí y allá la justicia que lo empuja perseguido Pero vuelve por la senda De cualquier fogón prendido En real de prosa al descuido La imagen hacia el que atienda En el moro es la leyenda Dueña de cualquier camino Y quien ponga oído fino Detrás suyo en la reunión Hasta la respiración Siente de Martín Aquino Vuelve a parirlo en el cuento Una emoción natural Limpiando en el pajonal Pobre Gavilán sangriento Vuelve trágico y hambriento Al refugio de un vecino Pero si algún remolino Pa' encerrarlo se le apronta Enrienda el moro, lo monta Y es libre Martín Aquino