Por la mañana como a eso de las doce Con el mandado un día te vi pasar, Ibas meneando tan bonita la canasta, Y sin pensarlo te tuve que alcanzar. Se me antojaba la fruta que llevabas, Para quitarme un poquito de calor, Y me dijiste tome usted lo que apetezca Y me agarre del mandado lo mejor. Pero a la plaza una mañana tú te fuiste, Con la promesa de muy pronto regresar Muy adornada te llevaste la canasta Y aquella fruta a otras manos fue a parar. Aunque quisiera olvidarte ya no puedo, Si tu cariño ya nunca volverá Una naranja me dejaste de recuerdo, Sin tu canasta el calor me matará Y no he podido olvidar otra canasta, Puros guacales es lo que veo pasar Tiene la fruta tan reseca magullada, Que los calores no pueden apagar. Y no he querido dar mi amor a un chiquigüite, Porque sin asta no se pueden agarrar Yo siempre extraño aquel vaivén de tu canasta Que a la primera me supo refrescar. "Pero que Marimba Orquesta Maya Excelsior"