No eran esos buenos tiempos para ir a nacer, No podía esperar ni un minuto más, pura vida llamaba. Y ha nacido en el sitio equivocado, perdido Y aunque nada entiende de vencidos Pregunta porque a este mundo le tuvieron que traer. Conforme con nada se durmió Y no cuento ni las veces que exprimió su corazón. Pero nada queda fuera que le haga despegar Ni sentirse el rey del barrio como solía soñar. Y hoy vuelve a recordar Cuando él era el más pequeño Y todo era reír Y correr vestido de indio o de vaquero Y volver a casa codos arañados contra el cemento Y aguantar sin llorar... el alcohol que resbala por su corazón. Negra nube le persigue por su condición, Otro día más igual que el de ayer, es imposible fugarse. Y se clavan en la memoria ecos sin sentido De un presente aún agradecido, Si las penas se olvidaban solo con marcar un gol. Y hoy no queda nada de ese ayer Quemadas miles de horas en un mugriento taller Donde jefes y encargados le intentaban controlar, Viejos callos de la vida nunca dejan de sangrar. Y hoy vuelve a recordar Cuando él era más pequeño Y todo era reír Y correr vestido de indio o de vaquero Y volver a casa codos arañados contra el cemento Y aguantar sin llorar... el alcohol que resbala por su corazón.