Miseria es cuando te acuestas con hambre, la que te quita el sueño, sin explicarte porque Tienes que vivir de esa manera y luego despiertas sin muchas ganas de vivir porque te toca ir A conseguir el pan de tu desayuno y pensar en como harás para continuar sobreviviendo Y salir de lo malo que te rodea. Es cuando el dinero se convierte en tu peor enemigo En la sombra que oscurece tu tranquilidad, en el tormento de cada despertar, de cada Finalizar, de cada instante en que se acerca el momento del impuesto, de la deuda obligatoria De ese da incómodo que no da espera y debes pagar. Es cuando observas tu plato de comida Y observas la desigualdad, observas la necesidad, la precariedad y la sutileza de que debes Mesurar tu consumo para que alcance para más tarde y para las demás. Es cuando piensas En ese plato de comida y miras al cielo con gratitud por los golpes recibidos, por el Pan no merecido, por la pasividad cómplice de la resignación que camufla el dolor entre La desesperanza y el miedo. También es cuando ves el plato del ser con vida que amas y que Con ternura te mira porque también tiene hambre Miseria es cuando tienes frío, desesperación y en ese momento la solidaridad se ríe de ti Es cuando llueve fuerte, truena muy duro y en ese momento sientes que el temor esquenta Cobija por la prevención de que las tejas de tu techo saldrán volando, o porque las Goteras del mismo inundaran tu casa, o porque la corrupción política no permitió que Se terminara de construir tu barrio y las deficiencias de las obras públicas desvian El agua de la lluvia y los residuos de la contaminación hasta el lugar que nombras Hogar Es también cuando ni siquiera tienes una casa para dormir, cuando no tienes un cuarto Para vestirte o ropa para cambiarte, cuando cuidas tus prendas como si fuera la primera Vez que usas cada una de ellas, como si fuera la que menos se debe ensuciar ni malograr Es cuando el puente es tu refugio, cuando la precariedad te rodea, cuando la insuficiencia Es tu destino y el inalcance tu día a día. Es cuando la desesperación te acorrala y Las cucarachas que te rodean te hacen maldecir y odiar el espacio al que todos los días Debes llegar a esconderte y descansar Miseria no es cuando no puedes comprar el coche último modelo, ni los zapatos de moda Ni cuando no puedes salir con tu chica ni con tus amigos, ni cuando no puedes comer Lo que tu gusto caprichoso exige, ni cuando no puedes brindar a tus hijos todos los berrinches Sin que hagan el mérito alguno para lograr lo que quieren o desean No lo es tampoco cuando pretendes aparentar más que alguien y te sientes frustrado por Lo que es dueña de esa persona y no por el verdadero contenido que ese alguien posee En su interior. Miseria no es lo que no puedes obtener por lujo ni lo mucho que sufres por Ello. Miseria es cuando la necesidad llega hasta tal punto que tu vida, estabilidad y Salud se ven en riesgo o en gravedad de peligro Tus vacíos personales no son miseria, son insolencia y debilidad. Tu falta de propiedad Tampoco lo son. Eso es solo envidia, vanidad y avaricia. Pero la miseria personal deteriora Tanto la cultura como el intelecto, distancia la sensibilidad y las ganas de formarse políticamente Es decir generan apatía, sometimiento voluntario y resignación. La miseria como enfermedad Fomentada por la desigualdad social hace parte de las violencias estructurales cometidas Por parte del Estado y de todas sus instituciones. Hace parte de una estrategia para aniquilar La vida, la opinión y cualquier forma de cambio que cuestione las causas y efectos De este fenómeno llamado miseria Miseria es cuando te quedas sin empleo y tu futuro empieza a temblar. Es cuando llega Una crisis, te desechan como buen esclavo y juegan malabares con tus necesidades, mientras Tu estabilidad emocional y psicológica caminan a la vez por la cuerda floja. Es cuando el Fruto de tu esfuerzo acumulado no sirve para nadie y quienes siempre te han robado te lo Restriegan en la cara. Miseria es la desazón de sentir que vives porque ya estás acá De que fue algo que no tienes por que agradecer, algo que nunca pediste a nadie y que si tuvieras La oportunidad nunca lo elegirías. A eso sabe la miseria