Quién sabrá, lo que queda, Que caminos, que tiempos vendrá a partir de aquí. Si tú me concedieras, Una sola oración, un deseo profundo en mí. Sólo quiero conocerte, Ser más tuyo, vivir a tu vera siempre. No te pido nada más, Que ser fiel hasta el final, A ser íntegro y sincero, hazme puro y verdadero; No te pido nada más. Aquí estoy, he venido, Porque sólo con verte ya ocurre un milagro en mí. Mírame, radiografíame, Rómpeme si hace falta y después hazme renacer. Que otros disfruten oro y placer, Tú moldéame, haz de mí lo que prefieras. No te pido nada más, Que el honor de tu verdad. Que jamás traiga vituperio a tu nombre o al evangelio, No te pido nada más. No te pido nada más, Que ser luz, ser sal, ser pan; Al caído darle aliento, ser tu agua al sediento, ///no te pido nada más///.