Ser honesto en un mundo Donde el que engaña es siempre el mayor, Conservar la alegría de perdonar sin ira o rencor, Recorrer la segunda milla ofreciendo la otra mejilla, Mantener cada día lo que he aprendido de mi maestro. Sé muy bien que nado contra corriente en la noche oscura, Seguiré porque he bebido la fuente de agua más pura En la cruz tu muerte me hizo renacer Y me enseñó lo que puedo ser Que aún a precio de sangre quiero llegar, Hoy prefiero luchar y no pienso dejarme llevar. Ser guardián de mi hermano sin esperar a cambio su amor, Desoir el elogio y examinar bien mi corazón, Ser consciente de lo invisible y asociarme con el humilde, Tener fe y arriesgarme sobre las aguas de lo imposible.