Su imbécil obsesión Ha crecido sin medida Y aquella nefasta compañía Contagió su mediocre vida Está colérico, desnudo Y acongojado de vileza Se ha caído de rodillas Hasta un asqueroso Infierno En su pecho cuelgan Penurias De angustia y horror Lacerante Olores de un amargo pasado Que desangra su corazón Frío y desabrigado Comparte su soledad Meditando su miseria Con los más aplastados Cada hombre nace libre Libre y en despoblado Y cada uno elige la senda Lo cierto o lo equivocado Miserable, Miserable Miserable, Páramo Frío y desabrigado Comparte su soledad Meditando su miseria Con los más aplastados