Y de pronto Sales de la nada Y recuerdo que te debo un lunar Me hace viejo sentir que perdí el tiempo ♪ Me calló con un beso de esos que tienen sabor Se tumbó con nosotros el techo de la habitación, ¡qué calor! Atrapado en sus ojos de gata, mejor que una cata de besos de nata En aquel momento Tú eras luz y rubor en las pupilas Eras vitaminas y especias morunas Yo, en cambio, me debatía Con medio cuerpo dentro del agua Entre tu sonrisa y mis estanques Tu conversación de incienso Y anarquía, arte subversivo Té y revolución inminente Y mi mirada perdida En el laberinto de tus aventuras Pude pisar descalzo, unos minutos Los escombros de tu pasado Y rellenar los huecos que Al fin y al cabo, dejaste para mí La noche, la selva, el sexo La luz roja del flexo que alumbra la pena La arena mojada, la orilla Bombilla del viento, costilla y cosquilla La paz La puerta de la salida del alma El mundo en sus pupilas, la calma Arroyó de la alegría, me salva Mi carne de cada día, mi casa Y de pronto sales de la nada Y recuerdo que te robé una peca Para eclipsar la luna Que el pecado me tatuó en la espalda Y nunca te la devolví Como un lienzo debajo de un colchón Un poemario envasado al vacío Me llevé tu peca y mi lunar Maté de un tiro en la sien A las sirenas que se manifestaban en mi pecho Y escapé de la ciudad a medianoche Ahora, de pronto Como un proscrito arrepentido Escribo que me hubiera fugado contigo Ahora que sales de la nada Y recuerdo tu bohardilla Como el refugio ucrónico En que conocí a la libertad desnuda Ahora que observo mi lunar Sabiendo que no me pertenece Que recuerdo tu aroma Como si naciera de mi paladar Ahora, que desde la distancia Es sencillo y cobarde Escribo que me equivoqué Y que juntos Hubiéramos sido capaces de hacernos la fotosíntesis en cualquier sótano Bucear bajo los escombros y secar de un solo golpe de luz Todos los estanques en que floto boca abajo Ya ves Me hace joven pensar que estás detrás del tiempo La puerta de la salida del alma, ah-ah-ah El mundo en sus pupilas, la calma Ahora que estoy seguro Arroyó de la alegría, me salva De que jamás escucharás Mi carne de cada día, mi casa Estas palabras Que viva la vida Que muera la muerte Que viva la locura Que muera la cordura Que viva la ternura Que muera la agresividad Que viva el altruismo Que muera el egoismo Eh, y que mueran los entes que no son gente Que muera la opresión Y que viva la libertad