Mi princesa de extraradio come besos a diario en mi mejilla Le entregué mi soledad Y me ha dicho que la guarda en el fondo de un canjón de su mesilla Y yo, que hice del fracaso una virtud Que dormí abrazado a la humedad, con un llanto a medialuz Mi princesa de extraradio me enseño su santuario de vainilla Trozos de mi otra mitad Y un muestrario de rincones donde nacen en su cuello las cosquillas Y yo, que miraba en blanco y negro la ciudad Que tenía el otoño en la retina y pocas ganas de bailar Me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Mi princesa de extraradio pinta con lápiz de labios mi orrillas Le mostré mi intimidad y el armario de mis miedos Que se cierra si se duerme en mis rodillas Y yo, que esquivaba con la noche la verdad Que tenía casi nada en que creer, me vi besando a una deidad Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Cantando, furtivo, nació abril Estaba prohibido Yo sonreí Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel Y me quité el sombrero tras el aguacero ante la verbena de su piel