Era una noche triste, vino agrio Una foto con ojos quemados Tragos largos, cigarros Te esperé y no viniste ¿Pero qué hago, a quién espero? Si apago la luz y enciendo mis miedos Desnudo y ebrio Mi perro me mira, no entiende al humano Escribo en susurro como si molestase O como si alguien escuchase Llanto ahogado de un joven cansado Que no supo perdonarse (Supo) Delante de un vaso, el vértigo Todos mis finales trágicos La novela que he escrito en el suelo No existen finales bonitos Delante del beso que él mendigó Idénticos Yo huyo, y un grito de ella diciendo Te necesito Te necesito, te necesito No bebo para escribir sino para no hacerlo Cómo voy a sonreír, si he perdido su boceto Cómo voy a fingir, si no me enseño a hacerlo Cómo voy a seguir en este bucle infinito Leo a Cortázar Imagino siguiendo ese olor a azahar Me lleva al mar, riego su profundidad Con mi llanto de sal Yo quiero mal, odio mal, siento mal Entonces, ¿de verdad quieres que me crea que tú me vas a amar a mí...? Estoy roto, pero así es más fácil ver la luz a través de mis grietas Kintsugi: el arte de la belleza en las almas rotas