No me queda nada más Que un par de viejos zapatos Que jamás se quejarán de caminar Porque con mis ojos y mis pies Sé que aún puedo asomarme Donde otros no se atreven a mirar No hallaré una luz sin sombra No busco un salvoconducto Que me alivie ni un minuto de dolor No hay calmante en el amor No hay amante que te entregue sin espina el corazón Te seguiré sin preguntar Hasta que ya no quede luz Te buscaré en la oscuridad Y encontraré tu mano cuando vuelvas a dudar Este oceáno caos Que me arrastra y me sumerge Me seduce en su corriente al naufragar Y al eterno soñador Pronto le llega el momento De batirse en duelo con la realidad Viajaré sólo hacía dentro Bailaré con el silencio Cantaré desnudo con la soledad Reencarnado en Robinson Sólo tú serás quien guie Con tu estrella y timón Te seguiré sin preguntar Hasta que ya no quede luz Te buscaré en la oscuridad Y encontraré tu mano cuando vuelvas a dudar Te esperaré en la eternidad En la sonrisa y el dolor Es imposible imaginar Mi lugar sin ti Mi lugar sin ti