Había una vez una dama confundida Que buscaba un tablero de ajedrez Echar más sal por el borde de la herida Y el reloj deja la arena caer Mirar atrás con curiosidad Mientras tanto delante oscuridad Y dejas aquí Un poco de ti Siempre un poco más Sin quedarte de verdad Siempre habrá aquí un poco de ti Quisiste beber, de la copa de la vida Y la duda apostaba a ganador Y el humo tapo, la cordura consumida, ya no hay vuelta atrás Y bajo la manta no hay calor Querer volar sin un rumbo definido La caída te hundió en la soledad