Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Todo en mí que bendiga su nombre ¿Quién podrá olvidar todo el bien que nos regala? Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Él perdona todos tus pecados Y te salva de la muerte Te corona de gracia y te colma de sus bienes Y su amor siempre te rejuvenece Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Todo en mí que bendiga su nombre ¿Quién podrá olvidar todo el bien que nos regala? Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas El Señor siempre actúa con justicia Y defiende a los pobres Reveló sus caminos a Moisés en el desierto Sus hazañas a los hijos de Israel Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Todo en mí que bendiga su nombre ¿Quién podrá olvidar todo el bien que nos regala? Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas El Señor es clemente y compasivo Es paciente y misericordioso No está siempre enojado ni se acuerda del pecado No nos paga según todas nuestras culpas Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Todo en mí que bendiga su nombre ¿Quién podrá olvidar todo el bien que nos regala? Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Como dista Oriente del Poniente Él aleja nuestras rebeldías Porque él sabe que estamos hechos de barro y flaqueza Él se acuerda de que sólo somos polvo Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Todo en mí que bendiga su nombre ¿Quién podrá olvidar todo el bien que nos regala? Alma mía, alaba a Dios con todas tus fuerzas Que bendigan al Señor todos sus ángeles Que lo alaben sus ministros Bendecidlo en todas sus magníficas acciones Bendícelo tú, alma mía