EL COJO DE LAHERMOSA Yo soy el cojo aquel que en la puerta de la Hermosa, Esperando cualquier cosa, se sentaba a mendigar Un muerto espiritual y enfermo físicamente Porque había puesto mi mente solo en lo material Pero un día vi que llegaban al templo Juan y Pedro muy contento con gran gana de orar De repente ante mí se detuvieron Y pensé que algún dinero ellos me iban a dar. Entonces Pedro y yo nos miramos fijamente Y me dijo de repente oro y plata no tenemos Lo que tengo te doy y extendiéndome la mano Al instante quedé sano por Jesús de Nazaret Decía el cojo saltando entre la gran multitud Mírenme esto me parece un sueño Tanto tiempo estuve enfermo Y Jesús me dio salud. // La gloria del Señor descendió allá en el templo Y el cojo estaba en el centro lleno del poder de Dios No pudo controlar lo que su alma sentía Y saltaba de alegría, alabando a su Señor