Nos despertamos del largo invierno entre las ruinas de un mundo enfermo. Nos enfrentamos a la ignorancia. Miedo. Apatía. Las circunstancias. Nos comenzamos a hacer preguntas y a exigir respuestas, saciar las dudas. Nos escuecen los ojos de caminar por esta mina de sal. Pasará el invierno, volveremos a brotar No por vivir, sino para vencer. No pudieron callar nuestros versos Ni nos podrán someter Iza la furia de la colmena la servidumbre que nos condena Ansia en las venas, romper cadenas, tumbar sus muros, borrar fronteras. Antagonía entre nuestro sueño y la realidad de la que son dueños. Fuertes a fuerza de golpes, retoños, bruñidos a fuerza de sol. Pasará el invierno, volveremos a brotar No por vivir, sino para vencer. No pudieron callar nuestros versos Ni nos podrán someter La conciencia de siglos de lucha nos une Coronas, corbatas y cruces. ¡Que ardan! Fueron y somos, serán. ¡Y caímos, y caeremos! Pero al final venceremos. Valientes en nuestra locura, dispuestos a asaltar los cielos. Ya no buscamos una tregua, ya no tenemos miedo, Porque nos sobran las palabras, estaba escrito en las paredes: "La Primavera ya está en marcha y nada la detiene" Fueron sus pasos los que nos guiaron, el tierno abrazo tan necesario. Somos la lluvia a la tierra seca, tremole al viento nuestra bandera. Somos marea que inunda la calle, los invisibles, los miserables. Serán sus manos las que nos sepulten, que sirva de ejemplo para los que vengan. ¡Que luchen!