El cielo entristecio, el sol su luz apagó El hijo amado de Dios, Su corazón entregó y el mundo lo escuchó, su Salvador rechazo Devolvieron espinas por milagros Y muerte por amor. Más el herido fue por nuestro dolor y por nuestro pecado. Y en un último aliento al padre clamó, perdonalos Triste su corona de espina llevó, Pero espera en el cielo darte una mejor, De estrellas que brillen y así Nunca olvides que Cristo te amo. Murió allí mi error y tuvo vida el perdón El tercer día llegó, c Ubriendo el mundo de luz, allí su voz me encontró Un nuevo día surgió, p Ues llevó el su vida hasta la muerte y mi culpa enterró. Más el herido fue por nuestro dolor y por nuestro pecado. Y en un último aliento al padre clamó, perdonalos Triste su corona de espina llevó, Pero espera en el cielo darte una mejor, De estrellas que brillen y así Nunca olvides que Cristo te amo. No nunca olvides que nadie jamás como Cristo te amo!