Con diez kilos de la buena Y medio millón de pesos Con rumbo hacia California Se fue Rodolfo Cavazos Y le dijo a su querida Pronto volveré a tus brazos Pero un día quiso el destino Marcarle un nuevo sendero Le atravesó en su camino Otra mujer con dinero Él le entregó su cariño Su confianza por entero Jamás pensó que su amada De gancho fuera a servir Al lugar donde él llegaba Ella lo fue a recibir Y los rinches lo rodearon Ya no era posible huir Rodolfo pensó rendirse Cuando rodeaba se vio Pero prefirió morirse Y fue quien el fuego abrió Llevándose por delante A la que lo denunció Cinco muertos al instante Tres rinches y una mujer Y también un traficante Nativo de Monterrey Adiós Sultana Del Norte Ya no te volveré a ver