El viento es muy fuerte y me bloquea la razón. El grito de fuego va quemando nuestra voz. Han roto cadenas de la pesada represión. Jugué con mi libertad y encadene a mi corazón. Hoy el niño esta herido y no es su propia decisión. La infancia era un juego que el imperio destruyo. La Revolución es un sueño que en Bolivia se perdió. Pero aun quedan astillas de lo que alguna vez dejo. Y van a desear no haber jugado con la libertad. El sueño es el grito de todos los que lucharon alguna vez.