Un tesoro sin revelación, lo que llevamos dentro No hay respuesta a lo que nunca nadie preguntó. No hay misterios si tenemos las cartas en la mesa. Una rueda gira alrededor de todos tus anhelos ¿Quién contestará lo que el destino no avisó? A levar las anclas de la duda y de la indecisión. Nunca es tanto para un corazón que palpita insaciable En mi pecho llevaré El Timón que me entregue a tus mares. Nunca es tarde para un corazón que siempre persevera ¿Cuánto importará mi voluntad? que está prohibido abandonar. Un camino sin inspiración nunca tendrá sentido Y un sexto sentido siempre tengo a mi favor. Por si acaso el mundo gira distinto a mi cabeza. Un problema encuentra solución, al final de tu brazo. Yo contestaré lo que el destino no avisó. A levar las anclas de la duda y de la indecisión. Habrá que cambiar...