Arribita sol arriba, encontré mi corazón, A la sombra de mi mama bajo un cielo de cardón. Era el tiempo del asombro, de seguirle el rastro al sol. Arribita cielo arriba, donde hacían el color. De sus manos vi nacer los oficios del laurel Y un susurro de telar que rondaba mi niñez. Arribita, sueño arriba despertó mi corazón, Porque a veces me dolía la tristeza de los dos. Estaba allí, gestándome, mamanci, mi mamitay, A su calor me vio crecer, soledad con soledad Y su raíz en mi raíz regresa siempre a cantar.