Aparca el coche y desviste tu mandala, Dale suave, Te voy a llevar pa que respires mi corrala, Pa que no te falte el aire. Justo debajo de esta luz cenital, Te voy a pillar los morros, Que tengo a fuego la piel y tal, Es que me lían tus ojos. Y vamos a darnos toda la lluvia de los cielos, Con el temblor de los rehenes, Y luego ayúdame a ordenarme los besos, Pa que otros labios los encuentren. Y déjate desnuda y detrás, Déjame un trazo de senda, Por si me da por volverte a buscar, Por si te da por quererme de vuelta. Escampa lenta pa no sentir la escarcha, Dale vuela, Que tengo el hambre tibia pa seguir de marcha, Y tu no estas pa guerra. Que me revuelco en las mareas de este viento, Con doble filo en las cuchillas, Si vienes a matar entonces dame besos, No estoy pa que me salven la vida. Y que la sangre desenfoque el sudor, Que es una ganga el costo de la herida, Y es que a todas las que no le hice el amor, Serán por siempre los amores de mi vida. Y déjate desnuda y detrás, Déjame un trazo de senda, Por si me da por volverte a buscar, Por si te da por quererme de vuelta.