Podría yo pasarme el resto la tarde viendote tan clara, La cama está radiante, la paz tiene el perfume de tu voz... Y recorrés el cuarto como una golondrina ¡en plena primavera! Y tras las huellas de tus pies del suelo brota un Dios de hiedrabuena. Los días tienen más color, la alondra no se guía por el sol... Tu beso embriagador, Como el oso a la miel Me entrego y vuelo... Del calor de tu piel Me vuelvo embajador Y es como un juego... Es tonto, ya lo sé Pero es que desde acá, Desde el ciruelo, es lo que veo