Todo está igual, nada ha cambiado El mismo patio, el mismo sol La misma hiedra que, al igual que mi esperanza En la ausencia fue creciendo conservando su verdor Tan solo yo vuelvo cambiado Traigo el tormento de vivir Tengo clavado en mi pecho el desencanto Y mi corazón de pena, desangrándose al sufrir ¡Mi vida, hablame! Decime por lo menos que me odiás Pero no estés así, callada, indiferente Porque me mata tu frialdad Contame tus penas Vení, no me guardes tanto rencor Que necesito del calor de tu ternura De tus caricias y de tu amor ♪ He vuelto demasiado tarde Para poderte consolar Me voy llevando este cargo de conciencia De saber que ni siquiera Me has podido perdonar Contame tus penas Vení, no me guardes tanto rencor Que necesito del calor de tu ternura De tus caricias y de tu amor ¡Mi vida, hablame! Volvé, no me guardes tanto rencor