Me acerqué bailando, Sin ninguna duda, agarré tu mano como pidiendo ayuda. Y sentí el calor de tu cuerpo y el mío, Estabas tan cerca que te dije al oído, Cuanto me gustabas, Que me enloquecías, te pusiste colorada como una sandía. Que linda que sos, abrime el caparazón, Como un alcaucil quiero probar tu corazón. Hoy recuedo aquel día como hoy, Dejaste marcas en mi piel, barcos de papel flotando. Nadamos hasta el sol y nos quemamos, corrimos contra la corriente, Soñando el día en que nos cruzamos, volviendo el tiempo atrás.