Los conversadores, los reyes de la fiesta, Los de la charla amena, interesante y cordial Departen los domingos discutiendo la semana En un derroche ingente de saber y de humildad. Por que son la gente sabia, todo el mundo les escucha Y entresacan experiencias de su conversación Explicando mil historias ingeniosas y ocurrentes Abordan cualquier tema con total autoridad. Los conversadores en su vida han leído un libro Y todo lo que saben, lo saben enseñar Su cálida palabra millonaria en aventuras Nutre y vivifica y qué agradable es de escuchar. Los buenos bebedores, la juerga permanente Afinados con el cosmos, siempre saben dónde están Ponlos en la medida de acabarse las botellas Qué guapos que se ponen cuando se ponen a hablar. Y dicen que tal cosa y dicen que tal otra Y demuestran con testigos que todo ello es verdad Han vivido lo que cuentan y disfrutan reviviendo Con anécdotas sin luz tras su universo en libertad. Los buenos bebedores, la gente más serena Celebran que están vivos por la mañana al despertar En equilibrios tales se resbalan todo el día Esas dosis de alegría nunca pueden hacer mal.