Y yo que me la lleve al río creyendo que era mozuela Pero tenía marido Era una noche de Santiago y casi por compromiso Se apagaron las farolas y se encendieron los grillos La luz del entendimiento me hace ser más comedido Y no quiero decir, por hombre, cosas que ella me dijo Porque, teniendo marido, me dijo que era mozuela Cuando la llevaba al río Era una noche de luna Naela lloraba ante mí Ella me dijo con ternura Que me amaba con locura Yo le pregunté por qué lloraba Y ella me contestó así "Ya mis caricias no son buenas Ya no soy Naela para ti Ya me entregué con otro hombre Ya no soy Naela para ti" Naela, di por qué me abandonas Tonta, si bien sabes que te quiero Vuelve a mí, ya no busques otro sendero Te perdono porque sin tu amor Se me parte el corazón Me lo contaron ayer las lenguas de doble filo Que te casaste hace un mes y me quede tan tranquilo Otro cualquiera en mi caso se hubiese puesto a llorar Yo, cruzándome de brazos, dije que me daba igual Nada de pegarme un tiro ni acosarte a maldiciones Ni apedrear con mis suspiros los vidrios de tus balcones ¿Que te has casado? Buena suerte, vive cien años contenta Y que a la hora de tu muerte, Dios ni te lo tome a cuenta Que si al pie de los altares mi nombre se te olvido Por la gloria de mi madre que no te guardo rencor Mas como tu novio es rico te vendo esta profecía Allá por la madrugada soñaras que fuiste mía Y recordarás la tarde que mi boca te beso Y despertarás llorando y te llamarás cobarde Cobarde como te lo digo yo Porque aquel, aquel que no fue ni tu novio ni tu marido ni tu amante Ha sido quien más te ha querido y con eso, con eso tengo bastante Y no le pido yo al cielo que te mande más castigo Que estés durmiendo con otro y estés soñando conmigo Naela, di por qué me abandonas Tonta, si bien sabes que te quiero Vuelve a mí, ya no busques otro sendero Te perdono porque sin tu amor, sin tu amor Se me parte el corazón