Suena el despertador. ¿qué hora es?
No me quiero levantar, otra vez
Voy de camino, a la escuela del horror
Se abren las puertas, de mi infierno particular
No quiero entrar, pero la sirena vuelve a sonar
Es el infierno y no lo puedo evitar
Las miradas, esas risas al pasar
La pesadilla, se repite y nunca parara
No soy más, que la sombra de una ilusión
Desvanecida, entre llantos y decepción
Efímera, invisible a muchos,
Pero visible, para esos que me quieren torturar
Hacen de mí, su mera diversión
La distracción, en forma de acoso derribo y humillación
Nadie me escucha, nadie me entiende
Nadie puede oír mi voz amenazada con más dolor
Huyo por los pasillos, una vez más
Arrinconada y sin saber dónde esconderme
Otra vez la presa y de nuevo vuelta a comenzar
De rodillas en el frío suelo
El cadáver, de mi autoestima
Presencia los golpes injustos
En un cuerpo, magullado, acostumbrado al dolor.
De carmesí, son mis labios rotos,
Color purpura decora mis ojos,
Y mi alma, rota en mil pedazos
Del que ya, no sé con qué coser.
Lamiendo mis heridas, una vez mas
Maquillando la vergüenza inhumana
El espejo, la realidad
Por muchos más que rompas
Esto no va cambiar, reacciona ya!
Oh reacciona, oh reacciona...
Quiero ver, que mi alma vuele
Que sea libre y pueda ver, oír, pero no callar
Ahora me escuchas, ahora me entiendes, son esas voces de dolor
Que acabaron en reacción
Ahora me escuchas, ahora me entiendes, son esas voces de dolor
Que acabaron en reacción