Picasso llego a Santiago Con su pincel y su fama, Enamorado del verde Se quedo en Chilca Juliana. Se acomodo en un ranchito Que Juan Lencina tenia La noche le trajo sones Y una dulce melodía. Eran truncas chacareras Que al genio lo desvelaban Y desnudo sus pinceles Para pintar esa magia. Picasso pinta un trunca Con el pincel de su alma Lo nombra el cielo y el viento Allá por Chilca Juliana. Cautivado por el fuego De esta música endiablada Lleno de acordes su tela Pero un golpe le faltaba. Lo arrebato de las furias De un diablo salamanquero Y por ruego de la tierra Pinto ese golpe en el cielo. Asombrado ante su obra De geniales desatinos Descubrió que en esos Pagos había nacido el cubismo. Picasso pinta un trunca Con el pincel de su alma Lo nombra el cielo y el viento Allá por Chilca Juliana. Reportar un problema