Consentimiento y dolor Les voy a hacer un recuerdo Voy a relatarle a ustedes La historia de un buen amigo De Víctor Manuel Rosales Tenía de apodo de wiricho Él era del tecomate Pero en San Marcos paseaba Sabía tocar la guitarra En tlacuache lo enseñó Luego se vino a su pueblo Hasta un conjunto formó Un 19 de junio Del tecomate salió Fue a firmar unos contratos A ese pueblo de chautengo Le dio por el tamarindo A cobrar unos adeudos Al llegar a la salida Se hallaban dos individuos Él le pasó a preguntar Que a dónde estaba el camino Para llegar a chautengo Porque él ya venía perdido Los dos infames dijeron Diciéndole muy amigo Por eso no te preocupes Nosotros te lo enseñamos Tócanos unas canciones Luego enseguida nos vamos Las canciones les tocó Y luego él le reclamó Ellos no se le negaron Lo fueron a encaminar Pero él no se imaginaba Que lo iban asesinar Cuando iban por el camino Lo empezaron a insultar Sonriendo les contestó Por qué me quieren matar Si quieren la grabadora Se las puedo regalar Al ver que no hicieron caso De frente se le paró De Una fuerte cachetada Al suelo tiró a los dos Dos balazos le dieron De Calibre 22 Ya luego que lo mataron Para el monte lo arrastraron Para que no lo encontraran Ahí lo dejaron tirado Lo hallaron a los tres días Ya estaba desfigurado Adiós amigo wiricho Ya te encuentras en el cielo Qué crueles fueron los hombres Que Te quitaron la vida Pero que tomen en cuenta Que a Dios nunca se le olvida