Cuentos clásicos con "La Gallina Pintadita"
Hoy vamos a ver la historia de "El Patito Feo"
Era un lindo día de verano
Flores coloridas y plantas verdes adornaban una linda hacienda
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Por ahí, en un arbusto
Una mamá pata estaba empollando sus huevos en el nido
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Finalmente, un huevito se abrió y de ahí salió un patito
Era precioso, tan amarillito
Otros cuatro huevos se abrieron, y aparecieron otros 4 patitos
Todos preciosos, amarillitos y muy tiernos
Solamente al otro día, el último huevito se abrió
Y de él salió el último patito
Un patito gris, despeinado y grandulón
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Ese patito grande era cariñoso y simpático
Pero cuando la mamá pata paseaba con sus patitos
Todos se burlaban de él
"¡Qué patito tan feo!"
Triste por lo que pasaba
El patito decidió marcharse y se dirigió a las montañas
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Allá, él encontró una parvada de patos salvajes en un lago
"¡Qué patito tan feo!", ellos también le dijeron
De repente, perros cazadores comenzaron a ladrar
Y los patos salvajes volaron asustados
¿Y los perros cazadores atraparon al patito feo?
No, como él era muy inteligente, se escondió atrás de unas piedras
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Cuando llegó la noche
El patito encontró una cabaña y fue a buscar refugio
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Ahí vivían una señora, un gato malvado y una gallina mandona
"¡Pon huevos!", ella le ordenó
"Creo que aquí no hay lugar para ti", dijo el gato malvado
Mientras se lamía sus patas peludas
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Afuera, las hojas se volvieron amarillas
El otoño llegó y el patito todavía estaba triste y solito
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El patito vio unos pájaros lindos volando en el cielo
"¡Qué pájaros magníficos!, me gustaría volar con ellos", suspiró
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Cuando el invierno llegó
El cielo se oscureció y soplaba un viento muy frío
El patito se sacudía y movía los piecitos intentando calentarse en el agua fría
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Una mañana, el patito solitario sintió el sol calentando sus plumas
Y escuchó unos pájaros cantando
El invierno acabó, ¡por fin llegó la primavera!
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Ese día el patito vio al otro lado de la laguna
Tres cisnes blancos que se acercaban en su dirección
"Creo que se van a burlar de mí, igual que todos los otros", él pensó
Pero esta vez, los cisnes lo acogieron con cariño
"¿Ustedes no piensan que soy feo?", preguntó el patito
"¡No eres feo!, mira tu reflejo en el agua", respondieron los cisnes
¿Y qué fue lo que vio reflejado en el agua?
Que él no era feo, él era un lindo cisne
Y vivió feliz para siempre