Por una mujer casada, dicen que he de morir Mentiras no me hacen nada, si ella me quiere seguir Porque la quise y la quiero, y no la puedo olvidar Su marido anda diciendo, que a traición me ha de matar Vente negra consentida, recelos no tengas ya Si yo he de perder la vida, dispuesto Dios lo tendrá La suerte a los nos toca, pues que le vamos a hacer Tú marido ya no importa tú vas a ser mi mujer A mi no me espanta el sueño, si me quieren asustar Sola con solo su dueño, yo la voy a consolar El cuervo con tantas plumas, no se pudo mantener, Y yo que ni plumas tengo, tengo querida y mujer