Hay un fantasma en la casa Una noche lo vi Celaje vivo como la espuma Que se escondía de mi mirada Cuando intentaba saber su rostro Era como un pájaro sin alas Obstinado y febril Un espíritu inquieto y furibundo Que de cuando en cuando Perseguía a los gatos Dejaba su presencia en gavetas abiertas En mi ropa tirada, en olores ajados Como sueños tronchados Siempre esperaba el momento adecuado Para aparecer detrás de los balcones Deslizándose sobre el suelo Sin dejar rastro alguno A no ser Por un sonido sordo como de lluvia O de ventanas rotas Un día me di cuenta que era de mujer Porque siempre esperaba La llegada de alguien Meciéndose en los sillones de la sala Y así pasaba el tiempo El fantasma corría travieso por la casa Y yo sin conocerlo Y yo sin darme cuenta de nada Y en una noche sin luna Yo me senté al espejo Hurgaba mis espacios interiores Un sentimiento de odio por lo añejo Al levantar la vista Buscando deshacerme de aquel muerto Vi al fantasma remoto Sentado al otro lado del reflejo Sentado al otro lado del reflejo