Caleta, playa coqueta, Playa risueña de manso oleaje, En las arenitas tuyas Pongo su nombre todas las tardes. Tus olitas rumorosas Que al irse dejan un fino encaje, Le cantan a mi costeña Y le acompañan los madrigales. Caleta de mi Acapulco Siempre vestida de azul y verde; Pensando, pensando en ella Deja, Caleta, que te recuerde. Tus aguas tan tibiecitas Me compitieron en las caricias, En su cuerpo nazareno Que es mi ternura y es mi delicia. Caleta, jardín marino Donde ella guarda Su cuerpo lindo; Roqueta, brillo de faro, Las negras rutas iluminadas; Tus ojos como dos astros Mi pobre vida van alumbrando, Tan llenitos de ternura De la costeña que estoy amando. FIN