Te viste alguna vez barranca abajo, sin remedio? Solamente esperando ver correrse ese alcahuete sol, Para dejar que la noche fría te atraviese Como un cuchillo afilado el corazón? Cuando ni esa buena medicina es suficiente para calmar tu dolor, Y ella, arañándote la mente, ella, la que ya no piensa en vos. Te viste alguna vez desperdiciando el santo día? Y vagando la noche entera hasta terminar en un lindo callejón, Abrazado a esa botella, con la luna encima Como idiota, brillando sin razón? Y es en medio de una banda de gatos, En plena fiesta callejera, Mahullandote al oído como diciéndote: "Viejo, cual es el problema? Bienvenido al hotel". Bienvenido al hotel de los corazones destruidos, Siempre habrá un cuarto vacío esperándote. Y en cada pared, escrito con vino barato el nombre de esa mujer. Bienvenido, hermano, bienvenido al hotel. Y es entonces cuando a pesar de los que te saludan de lejos pensando: "Bah, el tipo esta perdido". Vos sabes que ese corazón herido volverá a cicatrizar una vez más Abrirse a un nuevo amor, y hasta a caer, quizás, en otra trampa más. Porque, dejame decirte algo, siempre habrá un corazón amigo Adonde refugiarte, Dándote lo que jamás te podrá dar una mujer. Por eso, bienvenido seas, bienvenido al hotel.