El Paraíso era hueco, su cerno tenía podrido Algún hachazo avieso su corazón había herido Algún hachazo avieso su corazón había herido Las ramas cual fuertes brazos que a los vientos desafiaban Se cayeron a pedazos y la muerte presagiaban Se cayeron a pedazos y la muerte presagiaban Más el tronco quedó enhiesto envuelto en cascara dura Aferrado en sus raíces mirando hacia arriba viendo a las alturas Afirmado a sus raíces mirando hacia arriba viendo hacia la luna Los muñones se cubrían de verde y denso follaje En primavera embriagaban sus florecillas salvajes En primavera embriagaban sus florecillas salvajes Su seno fue el escondrijo de picaras comadrejas Otras veces dio cobijo a algún enjambre de pobres abejas Otras veces dio cobijo a algún enjambre de abejas Cada septiembre lo hallo renovado Vacío el cuerpo de carne pero lleno de coraje Y en diciembre se guarda hasta enero Para empezar un nuevo año de eterna juventud