Te siento respirar, Y te veo ahí en la cruz. Y busco en tus ojos, No hay nada de odio A pesar de la sangre Que cubre tu rostro. Me mirás una vez más, Como hiciste junto al mar. No puedo ocultarte mis miedos humanos, Quisiera que bajes, y seques mi llanto. Ya sabías de mi andar, Y también de tu final, Sabías que el gallo que canta tres veces Sería mi lanza que te abre el costado. Perdóname Señor Jesús, Hoy quiero conservar tu luz. Perdóname Señor Jesús, Hoy quiero cargar con tu cruz. Y estoy lejos de tus pies En la tarde de mi rey. Me escondo entre gente Que insulta y te odia. Comieron tus panes y olvidan tu gloria. Y no puedo levantar Ya mi espada sin pensar Que quieres que todo Se cumpla en su nombre, Mostraste su rostro arriba del monte. Y María no se va, será siempre tu mamá. Te pierde en secreto Y te ama en lo eterno, Un hombre que muere Por el mundo entero. Tanto me amas y nunca sabré porqué, Si soy débil, y no te alcanzo a comprender, Si me duermo en el huerto de tu fe, En la noche que te voy a perder. ¿Quién te envía y porqué sólo confiás? ¿Quién te pide tu fracaso y soledad? Si ya curaste y nos diste de comer, Rey de mi vida, ¿Cuánto más vas a entregar? Ya te cuesta respirar y Mirás a tu papá. Entregas de nuevo tu vida en sus manos. Perdona mis faltas, no mueras hermano.