A veces, en algunos días grises, cuando pierdo la esperanza,
Cuando no encuentro la paz; me pregunto si es verdad que existes,
Si realmente eres mi amigo, si lo eres donde estas.
Es ese el momento cuando dudo,
Un momento de vació, y de fría oscuridad
Porque pienso que si en verdad no existes
Mi vida seria vana, como un libro sin final.
Pero una voz siento gritar dentro de mí, que me devuelve toda mi fe,
Es la voz de Dios, mi amigo;
Y es esa voz que con dulzura me habla de paz,
La que me dice que Dios será siempre nuestro amigo.
A veces me cuentas que estas perdido,
Que no encuentras el camino que te devuelva la fe;
Que me dices, que Dios esta muy lejos,
Que no sabes acercarte quieres que se acerque Él.
Ahora que encontré de nuevo
Al Señor que me guía y me enseña a amar,
Te invito a que intentes encontrarlo
Veras que no esta lejos, que te espera ya.
Y tu también has de escuchar la dulce voz,
Que te hablara llena de amor, es la voz de Dios, tu amigo.
Y es esa voz que con dulzura me habla de paz,
La que me dice que Dios será siempre nuestro amigo
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