PRIMER ACTO: DECEPCIÓN
Te has vuelto fría en tu mirar,
Quisiera verte reaccionar,
Estremecerte en el acto,
Ante mi inminente tacto.
Nueve y media me das la espalda,
Tu silencio te respalda.
El énfasis es perfecto,
Me desgracia el intelecto.
Siento rabia, ya no insisto,
Bebo la sangre de Cristo.
Ya no hay brizna de paciencia,
La carcome tu inconsciencia.
Yo te amé, te quiero igual,
Que contradicción fatal.
No hablas, no tomas partido,
Pisoteas nuestro cupido!
Cuando la pasión domina,
Muerde, ciega, contamina.
¿Debo pedirte perdón,
O le hago caso a la razón?
No soy ningún adivino!
Habla muéstrame el camino!
Son las diez y no contestas,
Me la debes, me detestas!
Vete al infierno! Déjame ya!
La entereza viene y va!
Si no ves que tu tortura,
Hace trizas mi cordura.
Salgo un rato su eminencia,
A la calle por clemencia.
Parto huyendo en un camión,
Leo a Sartre y a Bretón.
Inversión térmica.
Inversión térmica.
SEGUNDO ACTO: RESIGNACIÓN
Me evado en el autobús,
Me busco en Kerouac y en Camus.
Niebla Inmunda me rodea,
Que me irrita y me marea.
Las once y no se levanta,
La inversión térmica aguanta.
Mi Inconsciente me traiciona,
La moral se desmorona!
No me dejas de dar pena,
Tu recuerdo me condena.
Vives fría, ya no es como antes,
No me tocas ni con guantes!
Canto coplas a tu oído,
Ya no quieres que haga ruido.
Se degrada mi paisaje,
Me da nauseas el coraje.
Un esfuerzo, eso te pido.
Salgo solo? Me suicido?
Y tú vas a hacer lo mismo?
O actuarás con más realismo?
Camión lleno a reventar,
El calor me empieza a ahogar.
O mato a alguien o denme paz!
Tú en mi cabeza, y afuera este gas.
Inversión térmica infame...
Y cómo quieres que lo llame?
Medio día y estoy cansado,
Vulnerable y asustado.
Voy a casa, majestad,
Se acabó mi voluntad.
Ya de vuelta a ver qué haces.
Sólo quiero que me abraces!
Inversión térmica.
Inversión térmica.