Cristo, Señor, mi Dios y Salvador, Mi gran anhelo es servirte a ti. ¡Oh Salvador!, yo quiero siempre amarte, Y en tus pasos quiero yo seguir. Rindo mi ser a ti, mi Redentor. Oh, comunícame tu grande amor. Cristo, yo quiero que me limpies tú, Y quites todo mi pecado y mal. Tu siervo siempre anhelo ser, Señor, Y en tus manos quiero siempre estar. Rindo mi ser a ti, mi Redentor: Acepta hoy mi vida y mi amor. Cristo, Señor, mi apoyo en el pasado, Mi esperanza en años que vendrán. Defensa mía sé en esta vida; Sé tú mi paz por la eternidad. Rindo mi ser a ti, mi Redentor; Confío en ti, ¡oh, Cristo, mi Señor!