En mi sombra verás un ángel Después de muerto y la agonía Cicatriza el carbón la herida Y desvió el aliento suicida Me enamoran tus flores Disgregadas en pan Tu aliento de carne Y de hojas cautivas La belleza, el umbral, la cumbre El porqué del milagro obsceno Me gusta buscar palabras En el lecho de las perdidas Me emocionan tus voces De animales que juegan Tu alegría de santa hija Y el respaldo en tu propio ser Hoy no espero que hagas un chiste Desenvuelvo lo que el tiempo ha armado Un cigarro de nostalgia triste Que ahuyenté con un soplido sano