El aire se llenó de grandes versos Bonitos como la flor de la vainilla Mi cabeza, muy, muy llena de conceptos Empujándome a creer En maravillas Las calles se pusieron a temblar Y paseé perdiendo el ritmo de los días Completamente fuera de mi tiempo Porque estaba imaginando Que, quizá, me salvarías Quizá aliviarías mi dolor Y cambiarías mis penas por alegrías Eso pensé, en aquel momento Y fue un error Porque, en mi oscuridad No se hace nunca de día Así que algo no prendió, algo salió mal Y quedó todo en ese punto misterioso En el que nada se acaba de arreglar Y al final, una vez más No se cumple lo que yo quería Y te dije que te vinieras conmigo A estar tranquila por estar junto a algún fuego Pero, a ti, el delirio no te nubló Y viste, mejor que yo Que quería que te vinieras al infierno