Recuerdo los sonidos De aquella oscuridad. El trasnochado cuco Que nos vio a todos cambiar. Recuerdo cada objeto. Los trozos de un hogar. Todo en su sitio, En su lugar. Pero era fruto de la faz Y la fragilidad. ¡Ay niña, que nos vaya bien! ¡Ay niña, que nos vaya bien! Que Dios insiste Probar con nosotros. Bueno, ya me entiendes Recuerdo los domingos Como algo superior. Todos en casa, La cabaña no se hundió. Pero era fruto del temor Al mundo exterior. ¡Ay niña, que nos vaya bien! ¡Ay niña, que nos vaya bien! Que Dios insiste Probar con nosotros Y nuestra ilusión. ¡Ay niña, que nos vaya bien! ¡Ay niña, que nos vaya bien! Que Dios insiste. Que Dios insiste Probar con nosotros Y nuestra ilusión Y buenas noches,